CAÑONERO GENERAL LEZO (1885-1898)

        De siempre he sentido un especial afecto hacia aquellos pequeños y entrañables “cañoneros, cruceros, torpederos, etc.”, de la transición entre la vela y el vapor, con sus elegantes líneas, su proas lanzadas, reductos artilleros, mástiles, altas y ocres chimeneas, proas y popas románticamente adornadas, etc., pese a que la vida a bordo no era  precisamente un “crucero de placer”. Por ello, repasando el libro de Coello y Rodríguez.
   “La Armada Española a través de la fotografía-1849-1900” seleccione varias fotos con la idea de pintarlas. Sin embargo, el “que yo quería”, o sea el Cañonero “General Lezo”, no estaba reproducido en esas paginas, aunque sí algunos buques gemelos.

     Contacté con mi buen amigo Juan Luis Coello, y por Internet me envió una copia bastante aceptable en b/n. del “Lezo” en algún puerto chino (Shanghai?), aunque una pequeña parte de la popa estaba oculta por un junco chino.El boceto lo hice eliminando el “junco”, y completando lo oculto con otra foto muy similar del “Elcano” (aunque con casco negro), y suprimiendo parte de los toldos verticales dejando sólo los del combés.

  Añadí los pescantes con un bote a popa, manchas de óxido en el casco, escala colgada de un pescante, porta para carbonear y ancla trincada carca de reducto artillero.
Coloqué un total de 18 tripulantes realizando diversos cometidos. Como en la foto no estaban claros los adornos de proa y popa busqué los mas parecidos entre fotos de buques similares. Para el fondo y embarcaciones indígenas, me he servido de grabados o fotos de esa época en Filipinas. Medidas cuadro: 41x 29. Ubicación: Colgado en la pared de mi casa.

    ¿Qué representa el cuadro?: Una “imaginaria” visita del Comandante del “General Lezo” al Crucero “Reina Cristina” (p.e. para celebrar el 2 de Mayo de 1895), en el curso de una patrulla conjunta por Joló, zona de los rebeldes musulmanes o “moros”.Tras ello, regresa al Cañonero en un bote a vapor, (pudo existir alguno similar a éste) donde ya le están esperando para zarpar, levantando presión de las calderas, mientras en la cocina, también preparan el fogón, como se ve por los humos de ambas chimeneas.  En popa, dos indígenas en una canoa, sueltan el cabo de la boya, y en proa un Oficial y 2 mari-neros están pendientes de la “vinta” mora con el emblema del “Katipunan” en la vela.

        El nombre lo lleva en honor del Tte.Gral. de la Armada Don Blas de Lezo (1687-1741) llamado “el medio hombre” pues en varias acciones de su vida militar había perdido el ojo y brazo izquierdo así como la pierna derecha. Su nombre ha sido dado a varias unidades de la Armada, siendo la mas reciente la Fragata “Blas de Lezo” F 103.

Características:

 Desplazamiento: 524 TM.-Eslora: 48 m.- Manga: 7’87m.- Puntal: 4’19m. Ca-lado: 4’41 m. Propulsión: 2 Hélices de 2’60 m. y maquinas construidas en Barcelona por la “Maquinista Terrestre y Marítima” que daban 600 HP. La velocidad era de 11 nudos, con auto-nomía de 1284 millas. La capacidad de carboneras era de 80 Tm. Aparejo de Goleta con 325 m2 de velamen. Armamento: 2 cañones Hontoria de 120 mm. en reductos laterales en cada banda, un cañón de 90 mm, 3 ametralladoras de 25 mm. y un TLT en proa. Dotación: 95 hombres. 

 Construido en Cartagena (Murcia) con casco de hierro (transición de la madera al metal) fue botado el 24-08-1885, siendo destinado en 1886 (junto con el “Elcano”) a Filipinas, División Naval del Sur. Como todos los buques destinados a los climas tropicales de Ultramar, se le pinto el casco de blanco, conservando ocre la chimenea, que era más corta, distinguiéndolo de los 3
Cruceros gemelos: “General Concha”, “Elcano” y “Magallanes”. La clasificación oficial era “Crucero no protegido de 3ª clase” aunque la mas lógica era la de “Cañonero”.

   Fin del buque: Cuando se inicia la forzada guerra contra los EE.UU. se encontraba en la Bahía de Bakor (Cavite Viejo, cerca de Manila), sin armamento y reparando máquinas, por lo que no pudo formar parte de la escuadra del Contralmirante Montojo, ni tomar parte en el combate del 1 de Mayo de 1898, aunque no se libró del “tiro al blanco” de los Cruceros del Comodoro